La infancia está dotada de una especial protección que convierte en protagonistas de múltiples procedimientos a los menores: adopción, tutela, guarda, custodia… son respuestas a las situaciones de riesgo, abandono y desamparo menores. Acudir o instar estos procedimientos sin el asesoramiento adecuado, es garantía de fracaso.
La especial protección también alcanza a los menores que infringen la normativa penal, cuyas causas son vistas por los Juzgados de Menores, donde la presencia del especialista durante el procedimiento y a lo largo del cumplimiento de la medida por el menor, es fundamental.