Los procesos de ejecución hipotecaria tramitados por las entidades de crédito terminan con la salida a pública subasta de los bienes del deudor. Esta situación límite puede ser resuelta de forma consensuada con el banco sorteando el inevitable cauce legal.

Ese ha sido el caso de una empresa familiar del sector hostelero que acude a EOM en una situación límite cuando su patrimonio empresarial estaba amenazado por una subasta judicial. Una vez analizado el proceso y tras una negociación con el banco se ha conseguido una regularización de la deuda y aplazamiento de pagos de forma sostenible.

De este modo se ha garantizado a la entidad los compromisos del deudor y éste ha podido conservar indemne su actividad con todos sus medios de explotación.