La distinción entre delito y falta ha sido una cuestión fundamental en el ámbito jurídico, especialmente para quienes buscan entender cómo se categoriza y persigue una infracción penal. Aunque el término «falta» ha desaparecido técnicamente del Código Penal español desde la reforma de 2015, es importante explorar su significado, su evolución y cómo ha sido absorbido en las categorías actuales del sistema legal. Este artículo, dirigido a personas interesadas en temas legales, desglosa todo lo que necesitas saber sobre el tema de una manera clara, detallada y práctica.

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¿Qué es un delito?

Un delito se define como una acción u omisión que está castigada por la ley con una pena. Según el Código Penal, para que un hecho sea considerado delito debe cumplir tres elementos esenciales:

  • Tipicidad: La acción debe estar descrita como delito en el Código Penal.
  • Antijuridicidad: La conducta debe contradecir el ordenamiento jurídico.
  • Culpabilidad: El autor debe ser consciente de su acción y de las consecuencias legales que genera.

Los delitos pueden clasificarse según su gravedad en tres categorías:

  • Delitos leves: Antes denominados faltas, son infracciones de menor entidad, como las injurias leves.
  • Delitos menos graves: Implican penas intermedias, como multas o privación de derechos.
  • Delitos graves: Conllevan penas de mayor severidad, como prisión de varios años.

¿Qué eran las faltas?

Las faltas, antes de la reforma de 2015, representaban infracciones penales de menor gravedad, que solían ser castigadas con sanciones leves como multas o trabajos en beneficio de la comunidad. Eran actos que no alcanzaban la entidad suficiente para ser considerados delitos, pero que requerían una respuesta legal para mantener el orden social.

Ejemplos comunes de faltas en el sistema anterior incluían:

  • Lesiones leves.
  • Injurias o vejaciones injustas.
  • Hurtos de pequeño valor (inferiores a 400 euros).
  • Alteraciones leves del orden público.

Con la reforma del Código Penal, las faltas desaparecieron como tal y muchas de ellas fueron reclasificadas como delitos leves o derivadas al ámbito administrativo.

¿Por qué desapareció el concepto de falta?

La reforma del Código Penal de 2015 introdujo un cambio fundamental en la forma de clasificar las infracciones penales. Este cambio tenía varios objetivos:

  • Simplificación del sistema: La distinción entre delitos y faltas generaba confusión, especialmente porque algunas faltas tenían consecuencias similares a las de ciertos delitos leves.
  • Mejor organización del sistema judicial: Muchas faltas de menor relevancia se despenalizaron y se trasladaron al ámbito administrativo, reduciendo la carga de los tribunales penales.
  • Homogeneización con el derecho penal europeo: En otros países de la Unión Europea no existe un concepto equivalente al de «falta», lo que motivó la armonización.

¿Qué ocurre ahora con las antiguas faltas?

Las faltas no han desaparecido del todo, sino que han sido reclasificadas en tres grandes categorías:

  • Delitos leves: Muchas faltas pasaron a ser delitos leves. Por ejemplo, las lesiones de menor entidad o las injurias leves ahora se procesan como delitos leves.
  • Infracciones administrativas: Algunas conductas, como abandonar jeringuillas en espacios públicos o alterar el orden en actos públicos, se sancionan ahora como infracciones administrativas, reguladas en leyes como la Ley de Seguridad Ciudadana.
  • Ilícitos civiles: Cuando las conductas tienen un impacto menor y no son sancionables penalmente, pueden derivarse al ámbito civil, como ocurre con algunos casos de negligencia.

Principales ejemplos de delitos leves derivados de las antiguas faltas

Delitos contra las personas:

  • Injurias leves o vejaciones injustas: Por ejemplo, insultos que no constituyen delito grave, pero generan un daño moral.
  • Lesiones leves: Cuando la agresión no requiere tratamiento médico prolongado.

Delitos contra el patrimonio:

  • Hurto leve: Sustraer bienes cuyo valor no exceda los 400 euros.
  • Daños leves: Causar desperfectos en bienes ajenos cuyo valor de reparación sea reducido.

Delitos contra el orden público:

  • Desobediencia leve: Negarse a obedecer indicaciones de una autoridad o agente en situaciones puntuales.

Procedimiento judicial en los delitos leves

Los delitos leves tienen un procedimiento judicial simplificado, diseñado para resolverlos de forma ágil. Los pasos principales son:

  • Presentación de la denuncia o querella: Es fundamental que la parte perjudicada presente la denuncia correspondiente para iniciar el proceso.
  • Diligencias previas: El juez de instrucción recopila pruebas y testimonios para determinar si procede continuar con el juicio.
  • Juicio rápido: Si se cumplen las condiciones necesarias, el juicio se celebra en el juzgado de guardia, evitando dilaciones innecesarias.
  • Resolución del juez: Según la gravedad y las pruebas presentadas, el juez puede optar por archivar el caso, imponer una multa, o dictar otras medidas según corresponda.

Diferencias clave entre delito y falta (o delito leve)

Aspecto Delito (grave o menos grave) Falta (ahora delito leve)
Gravedad Mayor gravedad Menor gravedad
Pena Puede incluir prisión, multa, trabajos forzados Multas o trabajos en beneficio de la comunidad
Procedimiento judicial Más complejo, puede incluir instrucción larga Procedimiento simplificado
Ámbito actual Penal Penal o administrativo

¿Por qué es importante entender esta distinción?

Comprender la diferencia entre un delito y una falta no solo te ayuda a identificar la gravedad de una acción, sino también a conocer las posibles consecuencias legales. Este conocimiento es especialmente útil si alguna vez te enfrentas a un proceso judicial, ya sea como denunciante o como denunciado.

Además, el término «falta» sigue siendo común en el lenguaje cotidiano, aunque técnicamente ya no existe en el ámbito jurídico penal. Por ello, aclarar estas cuestiones es esencial para evitar malentendidos y actuar correctamente ante situaciones legales.

La reforma del Código Penal de 2015 marcó un antes y un después en la manera en que se categoriza y persigue la conducta ilícita en España. Aunque el concepto de falta ha desaparecido, su espíritu permanece en los delitos leves y las infracciones administrativas. Entender esta transición no solo te permite manejar mejor la terminología legal, sino que también te da herramientas para actuar de manera informada en caso de verte implicado en algún proceso penal.

En resumen, mientras los delitos reflejan una gravedad mayor, las antiguas faltas —ahora delitos leves o infracciones— son conductas menos graves que, sin embargo, pueden tener consecuencias significativas en tu vida diaria. Si tienes dudas específicas sobre tu situación legal, siempre es recomendable buscar asesoramiento jurídico personalizado.

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