La Ley Orgánica 3/2007 tenía por objeto lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida política, social y económica. El reto empresarial está siendo la implantación de planes de igualdad.
Esta estrategia obligatoria para empresas de más de 50 trabajadores, y recomendable en las demás, consiste en diseñar una serie de acciones concretas destinadas a paliar en la empresa las situaciones de desigualdad que pudieran existir.
Conviene realizar un diagnóstico de situación que refleje aquellas áreas en las que hay que implantar acciones correctoras. Entre los principales objetivos encontramos la eliminación de la brecha salarial y la consecución de la igualdad real y efectiva dentro de la organización.
La igualdad de oportunidades en la empresa es un poderoso incentivo para la atracción del talento. Igualmente, aumenta la fidelidad del personal que ya forma parte de ésta, incrementando su sentimiento de pertenencia y su compromiso al sentirse personas más valoradas.
Con el objetivo de que la persona trabajadora pueda atender sus necesidades y obligaciones personales y familiares, será necesario crear un entorno laboral basado en la tolerancia y el respeto. La calidad del servicio o producto ofrecido está estrechamente ligada a las condiciones laborales de la plantilla. Está demostrado que la implantación de políticas de igualdad aumenta la implicación del personal en la cultura de la empresa y la identificación con los valores de la misma.
La imagen de la empresa es la percepción que sobre ella tiene, tanto su plantilla, como las personas y empresas que se relacionan con ella. Para mejorar y mantener una buena imagen de la empresa, los hombres y mujeres que forman parte de la plantilla deberán identificarse con los valores, misión y visión de la empresa.
Por todo lo indicado tomarse en serio la igualdad, genera beneficio empresarial que se hace tangible con el compromiso, talento, conciliación y mejora de la productividad de sus trabajadores.