Hasta qué edad es la custodia compartida: todo lo que debes saber
Cuando una pareja con hijos decide separarse, una de las cuestiones más delicadas es determinar cómo se organizará la custodia. En España, la custodia compartida ha ido ganando protagonismo en los últimos años, convirtiéndose en la opción preferida por los jueces en muchos casos. Sin embargo, hay una pregunta que suele surgir con frecuencia: ¿hasta qué edad se mantiene la custodia compartida?
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Si te encuentras en esta situación o simplemente quieres conocer cómo funciona este régimen de convivencia tras una separación, aquí encontrarás una guía detallada y completa con todo lo que necesitas saber.
¿Qué es la custodia compartida y hasta cuándo se aplica?
La custodia compartida es un régimen en el cual ambos progenitores comparten la responsabilidad de criar y cuidar a sus hijos tras una separación o divorcio. Esto implica que el menor pasa períodos alternos con cada progenitor, manteniendo así una relación equitativa con ambos.
Pero, ¿hasta qué edad se mantiene este régimen?
En términos generales, la custodia compartida se mantiene hasta la mayoría de edad del hijo, es decir, hasta que cumple 18 años. Sin embargo, este límite no es absoluto, ya que existen matices importantes a considerar.
¿Qué sucede cuando el menor cumple 18 años?
Cuando el hijo alcanza la mayoría de edad, las medidas de guarda y custodia dejan de tener efecto, puesto que se considera que ha adquirido plena capacidad jurídica. A partir de ese momento, ya no existe una custodia como tal, y el joven puede decidir libremente con quién vivir o si desea independizarse.
Eso sí, que la custodia compartida desaparezca legalmente no significa que las responsabilidades de los progenitores se extingan automáticamente. El deber de prestar alimentos y cubrir las necesidades del hijo no desaparece con los 18 años, sino que puede prolongarse hasta que alcance independencia económica.
Excepciones: ¿hay casos en los que la custodia se mantiene más allá de los 18 años?
Sí, hay situaciones especiales en las que las medidas de cuidado y responsabilidad parental pueden extenderse más allá de la mayoría de edad. Algunas de ellas son:
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Hijos con discapacidad o necesidades especiales: si el hijo tiene una discapacidad que le impide ser independiente, los padres pueden seguir asumiendo la responsabilidad de su bienestar. En estos casos, se pueden establecer medidas judiciales de apoyo para garantizar su protección y asistencia.
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Estudiantes sin ingresos propios: en España, es común que los hijos sigan dependiendo económicamente de sus padres mientras cursan estudios universitarios o formación profesional. Aunque la custodia como tal desaparece, el progenitor que deja de convivir con el hijo puede seguir contribuyendo económicamente.
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Emancipación temprana: si el menor se emancipa antes de los 18 años (por ejemplo, porque trabaja o se casa), la custodia finaliza antes de la mayoría de edad, ya que deja de estar sujeto a la patria potestad de sus padres.
¿A qué edad puede el menor influir en su custodia?
Aunque la custodia compartida se establece en función del interés superior del menor, su opinión también juega un papel clave.
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A partir de los 12 años, el menor tiene derecho a ser escuchado en los procedimientos que afecten su guarda y custodia. No significa que su decisión sea vinculante, pero los jueces la tienen en cuenta a la hora de determinar qué es lo mejor para él.
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A medida que crece, su opinión adquiere más peso. Si un adolescente de 16 o 17 años expresa un deseo claro de vivir con uno de sus progenitores, el juez difícilmente impondrá una custodia compartida en contra de su voluntad, salvo que existan circunstancias excepcionales.
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En algunos casos, el rechazo a un progenitor puede deberse a conflictos previos o manipulación (alienación parental). Si hay sospechas de que uno de los padres está influenciando negativamente la decisión del menor, el juez puede ordenar evaluaciones psicológicas para determinar qué es lo más conveniente para el niño.
¿Puede modificarse la custodia compartida antes de los 18 años?
Sí, la custodia compartida no es inamovible. Se puede modificar si las circunstancias cambian significativamente y se acredita que un nuevo régimen sería más beneficioso para el menor. Algunas razones por las que un juez podría modificarla incluyen:
- Cambio de domicilio de uno de los progenitores que dificulte el reparto equitativo del tiempo con el menor.
- Falta de implicación de uno de los padres en la educación o bienestar del hijo.
- Deseo expreso del menor de cambiar su régimen de convivencia, especialmente si tiene una edad suficiente para tomar una decisión fundamentada.
- Problemas de convivencia o conflictos graves que perjudiquen el bienestar del menor.
¿Qué ocurre con la pensión de alimentos tras los 18 años?
Aunque la custodia compartida desaparece legalmente a los 18 años, los padres siguen obligados a mantener económicamente a sus hijos si no tienen medios propios para subsistir.
Esto significa que si el hijo sigue estudiando o no ha encontrado empleo, el progenitor que no conviva con él debe seguir pagando la pensión de alimentos. En algunos casos, la obligación puede extenderse hasta los 25 años, siempre que el hijo siga en una situación de dependencia económica justificada.
Sin embargo, esta obligación no es automática. Si el progenitor que paga la pensión considera que su hijo ya es autosuficiente o que está abusando de esta ayuda (por ejemplo, si se niega a estudiar o trabajar sin justificación), puede solicitar la extinción de la pensión ante el juez.
La custodia compartida es una medida que se aplica hasta que el hijo cumple los 18 años, momento en el que se extingue legalmente. Sin embargo, las responsabilidades parentales no terminan ahí. Los padres siguen obligados a prestar apoyo económico a sus hijos mientras estos no sean independientes, lo que en muchos casos se prolonga hasta bien entrada la juventud.
Es importante recordar que, aunque el menor no pueda decidir completamente su custodia hasta la mayoría de edad, su opinión tiene peso a partir de los 12 años y se vuelve determinante cuando se acerca a los 18. Además, la custodia compartida no es inamovible y puede modificarse si hay cambios significativos en las circunstancias de los progenitores o del menor.
Si estás en un proceso de separación o tienes dudas sobre la custodia compartida, lo mejor es consultar con un abogado especializado en derecho de familia. Cada caso es único y, aunque la normativa establece ciertas reglas generales, las decisiones judiciales siempre priorizan el bienestar del menor por encima de cualquier otro factor.
Estadísticas relevantes
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Incremento de la custodia compartida en España: En 2023, la custodia compartida se otorgó en el 48,4% de los casos de divorcio de parejas con hijos, superando por primera vez a las custodias otorgadas exclusivamente a las madres, que representaron el 47,8%. Esto refleja un cambio significativo en las tendencias de custodia en el país.
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Evolución en la última década: Hace una década, en 2013, la custodia compartida se concedía en solo el 17,9% de los divorcios con hijos menores. Para 2022, este porcentaje aumentó al 45,5%, evidenciando una tendencia creciente hacia la corresponsabilidad parental.
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Distribución de custodias en 2023: Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023, las custodias se distribuyeron de la siguiente manera: 48,4% compartidas, 47,8% otorgadas a las madres, 3,5% a los padres y 0,3% a instituciones u otros familiares.
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Edad de los progenitores en divorcios: El mayor número de divorcios entre cónyuges de diferente sexo en 2019 se registró en la franja de edad de 40 a 49 años, tanto en hombres como en mujeres.
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Opinión del menor en decisiones de custodia: Aunque no existe una edad mínima establecida para solicitar la custodia compartida, la ley española considera que, a partir de los 12 años, los menores tienen la madurez suficiente para ser escuchados en decisiones que les afectan, incluyendo la custodia.
Preguntas frecuentes sobre la custodia compartida
¿A qué edad un niño puede decidir con quién vivir?
En España, los menores a partir de los 12 años tienen derecho a ser escuchados en los procedimientos judiciales que les afecten, incluyendo la custodia. No obstante, su opinión no es vinculante, ya que el juez siempre decidirá en función del interés superior del menor. A medida que el menor crece, su opinión adquiere mayor peso, y en la adolescencia (especialmente a partir de los 16 años), es poco probable que se le obligue a convivir con un progenitor si no lo desea.
¿Qué pasa con la custodia compartida cuando el hijo cumple 18 años?
Cuando el menor alcanza la mayoría de edad, el régimen de custodia compartida se extingue automáticamente, ya que el hijo adquiere plena capacidad jurídica. Sin embargo, si no es económicamente independiente, los padres pueden seguir teniendo obligaciones en cuanto a su manutención. En estos casos, se suele establecer una pensión de alimentos si el hijo continúa estudiando o no tiene medios para sustentarse por sí mismo.
¿Qué edad tiene que tener un niño para pedir la custodia compartida?
No hay una edad específica para que un niño pueda “pedir” la custodia compartida. Sin embargo, a partir de los 12 años, su testimonio es considerado en los procedimientos judiciales. En la práctica, si el menor tiene suficiente madurez y expresa de manera clara y fundamentada su preferencia por la custodia compartida, el juez lo tendrá en cuenta al evaluar la mejor opción para su bienestar.
¿Qué ocurre si un niño de 14 años no quiere cumplir el régimen de visitas?
Si un menor de 14 años se niega a cumplir con el régimen de visitas establecido en la sentencia, se deben analizar las causas de esta negativa. Si hay conflictos o problemas emocionales, se recomienda acudir a un profesional (como un mediador o psicólogo infantil). No obstante, el régimen de visitas es obligatorio, y si no se cumple, el progenitor afectado puede solicitar la intervención del juez para que se adopten medidas correctivas.
¿Qué pasa si mi hija de 14 años no quiere ver a su padre?
Si una menor de 14 años no desea ver a su padre, es fundamental conocer los motivos. Puede deberse a problemas en la relación, influencias externas o simplemente una preferencia personal. En estos casos, es recomendable buscar asesoramiento psicológico y, si es necesario, solicitar la revisión del régimen de visitas ante un juez. En la adolescencia, la opinión del menor tiene más peso, pero siempre debe prevalecer su bienestar emocional y psicológico.
¿Cuándo se extingue el régimen de visitas?
El régimen de visitas se extingue automáticamente cuando el hijo cumple 18 años. Sin embargo, si el hijo es dependiente económicamente o tiene una discapacidad que requiere medidas de apoyo, pueden establecerse acuerdos específicos. También puede extinguirse antes si un juez lo decide por causas justificadas, como en casos de riesgo para el menor o incumplimientos reiterados.
¿Puede modificarse la custodia compartida antes de que el hijo cumpla 18 años?
Sí, la custodia compartida no es inamovible. Si hay cambios significativos en la situación de los progenitores o del menor, se puede solicitar una modificación ante el juzgado. Algunas razones pueden ser un cambio de residencia de uno de los padres, la falta de implicación en la crianza o el deseo del menor de cambiar su régimen de convivencia.
¿Puede un adolescente de 16 años negarse a ver a uno de sus progenitores?
Aunque el régimen de visitas es de obligado cumplimiento, la realidad es que un adolescente de 16 años tiene mayor autonomía en sus decisiones. Si se niega a ver a uno de sus progenitores de manera firme y continuada, los jueces suelen considerar su voluntad con mayor peso que en edades más tempranas. En estos casos, es recomendable acudir a mediación para tratar de resolver el conflicto sin llegar a medidas judiciales.
¿Qué pasa si el progenitor con custodia compartida deja de ocuparse del menor?
Si uno de los progenitores deja de cumplir con sus responsabilidades en la custodia compartida, el otro puede solicitar una modificación de medidas para que el régimen cambie a custodia exclusiva. Para ello, deberá presentar pruebas que demuestren la falta de implicación del otro progenitor en la crianza y el cuidado del hijo.
¿Es posible perder la custodia compartida si el menor no está bien atendido?
Sí, si se demuestra que el menor no recibe los cuidados adecuados en la vivienda de uno de los progenitores, el juez puede revocar la custodia compartida y otorgarla exclusivamente al otro progenitor. Factores como el descuido, maltrato, falta de atención educativa o afectiva, y entornos inestables pueden ser motivo suficiente para una revisión judicial del régimen de custodia.
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