Tarjetas revolving: ¿cuánto te pueden devolver realmente y cómo reclamarlo?
Las tarjetas revolving han sido foco de múltiples reclamaciones y disputas legales en los últimos años. En esencia, se trata de un producto financiero que, bajo la apariencia de una tarjeta de crédito convencional, puede llegar a aplicar tipos de interés excesivos que en muchos casos se consideran abusivos o incluso usurarios. Si alguna vez te has preguntado cuánto te pueden devolver por la tarjeta revolving, aquí encontrarás una explicación detallada, abarcando todo lo que necesitas saber: desde los criterios utilizados en los tribunales para determinar si los intereses son abusivos, hasta los pasos que podrías dar para reclamar y recuperar tu dinero. El objetivo es que, una vez termines de leer, tengas toda la información relevante para tomar la mejor decisión posible.
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¿Qué es una tarjeta revolving y por qué causa tantos problemas?
Cuando hablamos de tarjetas revolving, estamos ante un tipo de tarjeta de crédito cuya principal característica es que el saldo dispuesto se devuelve de forma aplazada mediante cuotas periódicas, normalmente mensuales, y con un tipo de interés más alto que el de otros créditos al consumo. Podría parecer una opción cómoda, ya que te permite disponer de dinero de manera inmediata, pero si te fijas en el detalle, verás que se aplica un interés que acaba alargando la deuda durante meses o incluso años.
La gran diferencia con una tarjeta de crédito ordinaria es que, en las revolving, la cuota que abonas mensualmente puede ser tan baja que apenas cubre los intereses, haciendo que la deuda principal tarde muchísimo en reducirse. Esto ocasiona que, con el paso del tiempo, termines pagando un importe total muy superior a la cantidad que realmente utilizaste.
Para entender su mecanismo, imagina que dispones de 1.000 € y te comprometes a devolver 50 € cada mes, pero te cobran un interés mensual muy elevado. Puede que de esos 50 €, una buena parte se destine a pagar los intereses, por lo que la porción que realmente amortiza el principal puede ser casi simbólica. Así, sigues debiendo casi lo mismo al mes siguiente y, si vuelves a tirar de la tarjeta, la deuda se incrementa sin que te des cuenta.
Este diseño de la deuda ha generado mucha controversia, sobre todo cuando se han detectado tipos de interés por encima del 20% TAE, y ha propiciado numerosas sentencias que califican esas cláusulas como usurarias.
¿Por qué se pueden reclamar las tarjetas revolving?
La posibilidad de reclamar surge a raíz de la interpretación que han hecho diversos tribunales, llegando a la conclusión de que los intereses de ciertas tarjetas revolving no solo son altos, sino desproporcionados en comparación con el tipo medio de mercado para créditos al consumo.
En el panorama legal, hay un punto de referencia clave: la usura. La usura se regula por la llamada Ley de Represión de la Usura (de 1908, popularmente conocida como Ley Azcárate). Según esta normativa, se considera que existe usura cuando el tipo de interés supera de manera notable la media de los intereses habituales para créditos de la misma naturaleza, y además no está justificado por las circunstancias del caso.
En estas reclamaciones contra las tarjetas revolving, lo que se argumenta es que sus tipos de interés, en algunos casos superiores al 20-26% TAE, se sitúan muy por encima de lo que se aplica de manera ordinaria a otro tipo de créditos al consumo. Esto ha llevado a que muchos jueces fallen a favor de los consumidores, declarando nulo el contrato por usura.
La consecuencia de esa nulidad es que el banco o la entidad financiera debe devolverte todos los intereses y comisiones que hayas pagado, quedándose únicamente con el capital principal que te prestó. A efectos prácticos, esto significa que, si ya has devuelto más dinero del que te prestaron en un principio, podrían tener que reembolsarte la diferencia.
¿Cuánto te pueden devolver exactamente?
Responder a esta pregunta no es tan sencillo como dar una cifra universal, ya que depende de múltiples factores, entre ellos:
- La cantidad total que hayas dispuesto con la tarjeta.
Cuanto más alto sea el saldo que has utilizado, mayores serán los intereses que se han ido generando. - El tiempo que hayas estado pagando la tarjeta.
Si llevas varios años pagando cuotas, es probable que hayas abonado intereses muy elevados, lo cual se traduciría en un mayor reembolso si se declara la nulidad. - El tipo de interés (TAE) que se aplicaba en el contrato.
No todas las tarjetas revolving tienen el mismo porcentaje de interés. Algunas se mueven en el rango del 20-22%, otras incluso más altas. - El criterio judicial que se aplique.
Aunque existen precedentes claros, cada juzgado puede tener matices a la hora de valorar si el interés es realmente usurario, o cómo se debe contabilizar la cantidad exacta a devolver.
Dicho esto, existe una regla general derivada de la nulidad por usura: si has pagado una suma superior al capital prestado inicialmente, la entidad tendría que devolverte la diferencia. Si, por el contrario, aún no has pagado todo el principal, únicamente estarías obligado a reintegrar la parte que realmente te prestaron y sin aplicar ningún tipo de interés.
Para que tengas una idea aproximada, muchas personas que han estado años pagando cuotas descubren que la cantidad en concepto de intereses puede oscilar entre los 2.000 y los 10.000 €, e incluso más, dependiendo de los límites de la tarjeta y el tiempo de uso. Cada caso es único, por lo que si estás valorando reclamar, conviene realizar un cálculo pormenorizado de lo que has abonado a lo largo del tiempo.
¿Cómo se calcula la cifra a devolver?
A la hora de determinar cuánta cantidad te podrían devolver, la base de la reclamación consiste en comparar:
- Capital efectivamente dispuesto: Este es el dinero del que tú has disfrutado a través de la tarjeta revolving.
- Importes totales que has pagado: Aquí se contabiliza todo: intereses, cuotas, comisiones, gastos asociados y cualquier otro desembolso relacionado con el uso de la tarjeta.
Si el total pagado supera el capital inicial, el resultado de esa resta será la cifra que tienes derecho a que te reembolsen. Por ejemplo, si te prestaron 3.000 € y en total, entre intereses y otros cargos, has pagado 4.500 €, la devolución potencial se situaría en torno a 1.500 €.
Hay que tener en cuenta que, en muchos casos, las entidades intentan llegar a acuerdos extrajudiciales antes de que se pronuncie un juez. Puede ocurrir que te ofrezcan una reducción de la deuda o una cantidad fija en concepto de compensación. Dependerá de tus circunstancias que te interese o no aceptar ese acuerdo. Por eso, es recomendable analizarlo con cautela y, a ser posible, con asesoramiento de un profesional especializado.
¿Qué dice la jurisprudencia sobre estas tarjetas?
Una de las sentencias más destacadas que han impulsado las reclamaciones por tarjetas revolving fue la del Tribunal Supremo de marzo de 2020, donde se reiteraba la doctrina relativa a la usura y se declaraba nulo el contrato de una tarjeta con un TAE de más del 26%. En esa resolución, el alto tribunal calificó esos intereses como «notablemente superiores al normal del dinero» y «manifiestamente desproporcionados».
A partir de ese momento, multitud de juzgados de primera instancia y audiencias provinciales han dictado sentencias con base en la misma línea de razonamiento, declarando abusivos y nulos los contratos de las tarjetas que presenten TAE muy elevados. Por supuesto, cada caso concreto puede tener matices en función de la fecha de contratación, el tipo de interés exacto y otras cuestiones contractuales, pero la corriente general se inclina claramente a favor de declarar nulo el contrato cuando el interés se dispara muy por encima de la media.
Este apoyo jurisprudencial ha animado a muchísimas personas a reclamar, ya que se percibe una tendencia favorable en los tribunales hacia el consumidor siempre que se acrediten tipos de interés usurarios y cláusulas abusivas.
¿Cómo saber si tu tarjeta es usuraria?
El criterio generalmente empleado para determinar si los intereses son usurarios se basa en la comparación con el tipo medio del mercado para créditos de consumo en la época de contratación. Si la TAE que estabas pagando se encuentra un 6, 7 o incluso 10 puntos porcentuales por encima de la media que publica el Banco de España, es muy probable que puedas argumentar que tu caso cumple los requisitos para que se declare nula la cláusula de interés.
Además, hay otros factores que refuerzan la posibilidad de nulidad contractual, como una falta de transparencia en la información facilitada al contratar la tarjeta. Muchas entidades no explicaban de forma clara cómo se calcularían los intereses ni el plazo estimado para amortizar la deuda. Este componente de falta de claridad puede servir para reforzar la reclamación, alegando un vicio en el consentimiento prestado en el momento de firmar el contrato.
Pasos para reclamar el dinero pagado de más
Ahora que ya hemos visto que es posible recuperar las cantidades pagadas en exceso, quizá te estés preguntando por los pasos concretos que deberías dar si quieres reclamar tu dinero. A continuación, te describo el proceso de forma general:
- Reunir la documentación: Lo primero que necesitas es tener localizados todos los extractos, contratos y comunicaciones relacionadas con tu tarjeta revolving. Es fundamental contar con la información sobre el capital que te prestaron, los intereses que te han cobrado y las cuotas que has ido abonando.
- Hacer un cálculo preliminar: Una vez tengas los datos, conviene hacer un cálculo para saber cuál es la diferencia entre lo que has pagado y lo que te prestaron. Hay abogados y gabinetes especializados que realizan estos cálculos con precisión y utilizan herramientas que hacen más sencillo demostrar los intereses excesivos.
- Reclamar de manera extrajudicial: Antes de acudir a los tribunales, lo habitual es enviar una reclamación a la entidad financiera, solicitando la nulidad del contrato y la devolución de las cantidades correspondientes. A veces la entidad responde con una contraoferta, otras veces la rechaza abiertamente y, en ocasiones, puede incluso no contestar.
- Interponer demanda judicial: Si la respuesta de la entidad no es satisfactoria, o no hay respuesta, el siguiente paso es plantear la reclamación en los tribunales. Se inicia un proceso civil en el que se demanda la nulidad del contrato por usura y abusividad de los intereses. En este punto es muy recomendable contar con asesoramiento jurídico especializado, ya que la demanda debe presentarse bien fundamentada en legislación y jurisprudencia.
- Ejecución de sentencia: Si el juez te da la razón y declara nulo el contrato, la entidad deberá devolverte lo que te corresponda. Además, normalmente se imponen las costas judiciales a la parte que pierde, lo cual significa que es posible que no te suponga un gran desembolso, sobre todo si ganas y te conceden la imposición de costas a la entidad financiera.
¿Cuánto tiempo puede tardar todo el proceso?
La duración del proceso depende de varios factores, como la carga de trabajo de los juzgados y si la entidad se allana (reconoce la reclamación) en un momento temprano o si, por el contrario, pelea hasta el final. Una reclamación extrajudicial puede resolverse en unas semanas o pocos meses si la financiera está dispuesta a llegar a un acuerdo. Sin embargo, el proceso judicial puede extenderse fácilmente entre varios meses y más de un año, dependiendo de la complejidad del caso y los recursos que interpongan las partes.
No obstante, viendo la tendencia jurisprudencial, muchas entidades optan por negociar para evitar el pronunciamiento final de un juez que, con alta probabilidad, podría beneficiar al consumidor. Esto puede agilizar el proceso y permitirte obtener un acuerdo ventajoso sin tener que esperar a la sentencia.
¿Merece la pena reclamar siempre?
La respuesta rápida es: casi siempre sí, puesto que si has estado pagando intereses muy elevados durante mucho tiempo, es más que probable que te corresponda una devolución sustancial. Sin embargo, si apenas has utilizado la tarjeta, o el interés no es excesivo, podría ocurrir que el importe a reclamar no sea tan significativo y, por tanto, no compense el esfuerzo económico y de tiempo de iniciar un proceso judicial.
Un abogado especializado puede orientarte tras revisar la documentación y los cálculos iniciales. Si considera que tus intereses están por encima de los estándares habituales y ve indicios claros de abusividad, tendrás muchas opciones de ganar y, en tal caso, lo habitual es que recuperes un importe notable o, al menos, dejes de pagar unas cuotas inacabables.
Ejemplos reales: deudas que parecen interminables
Para entender mejor la magnitud de lo que podrías recuperar, te comparto un ejemplo ficticio basado en casos comunes:
- Caso de María: Contrató una tarjeta revolving con un límite de 3.000 €. La TAE aplicada era del 24%. Durante tres años pagó una cuota fija de 80 € mensuales. Pasado ese tiempo, se dio cuenta de que había desembolsado más de 2.000 € en intereses y gastos, y seguía debiendo casi la misma cantidad de dinero que al principio. Al ponerse en manos de un abogado, reclamó y demostró el carácter usurario. El juez declaró nulo el contrato, determinando que María solo debía devolver los 3.000 € que había utilizado, pero como ya había pagado más, la entidad tuvo que reembolsarle la diferencia. Finalmente, recuperó unos 700 € y se libró de seguir abonando cuotas.
- Caso de Luis: Tenía una tarjeta revolving con un límite de 2.000 €, que utilizó para gastos puntuales de manera esporádica, y la saldó al cabo de un año. Aunque el TAE era del 25%, en total apenas llegó a pagar 200 € en intereses, sin sentirse realmente perjudicado. Consultó si podía reclamar, pero al hacer los números, se dio cuenta de que el importe a recuperar podría no compensar los costes de un litigio. Aun así, si quisiera iniciar el proceso, probablemente ganaría, pero el ahorro real sería mínimo y cabría el riesgo de que la entidad peleara para no abonar gastos judiciales.
La conclusión que se extrae es que, si te encuentras en una situación de endeudamiento prolongado, con una cuota mínima y un interés desorbitado, casi con seguridad te conviene reclamar, ya que podrías poner fin a pagos interminables y obtener un reembolso de los intereses excesivos.
¿Qué ocurre si la entidad contraataca?
En ocasiones, la entidad financiera, al recibir la reclamación, intenta derivar la responsabilidad argumentando que tú aceptaste el contrato libremente o que se te comunicó la TAE por escrito. Aun así, el mero hecho de que se facilitara la TAE en un folleto o en la web no elimina la posibilidad de que haya usura. Como venimos comentando, si el tipo de interés se aleja de forma contundente de lo que se considera normal y si, además, la entidad no fue transparente, tu derecho a reclamar permanece intacto.
Otra de las tácticas habituales es ofrecerte una rebaja en los intereses o un acuerdo privado con el que, a cambio, renuncies a emprender acciones legales. Tal vez te resulte tentador para ahorrarte tiempo y nervios, pero conviene hacer números y asesorarte. Si la devolución que te ofrecen es muy pequeña comparada con el total que has pagado de más, puede que no te compense.
Recuerda que, en las demandas por usura, no se discute únicamente un pequeño recorte de intereses, sino la nulidad completa del contrato, lo que tiene un impacto mucho más beneficioso para ti si consigues ganarla.
Transparencia y falta de información: otro punto clave
No todos los casos se basan exclusivamente en la existencia de intereses usurarios. A menudo, la reclamación también incluye el argumento de la falta de transparencia al contratar la tarjeta. Es decir, muchas personas no llegaron a entender realmente qué era una tarjeta revolving, ni cuántos intereses pagarían o cuánto tardarían en saldar la deuda.
Las entidades, en su material publicitario, suelen resaltar la facilidad de pago y los límites amplios de crédito, pero omiten o presentan de manera confusa lo que ocurre en la práctica real: que la cuota mensual, al ser muy baja, amortiza mínimamente la deuda y genera una bola de nieve de intereses.
En los tribunales, se está valorando cada vez con mayor rigor si la entidad explicó correctamente las condiciones, si se firmaron documentos que detallen las consecuencias económicas del contrato y si se informó de la TAE de manera comparativa con otros créditos del mercado. Si se demuestra que el banco o la financiera no fue clara, podrías tener también un motivo sólido para solicitar la nulidad o la modificación de las condiciones.
Costas judiciales y gastos de abogado: lo que debes saber
Una de las preocupaciones más frecuentes de quienes se plantean reclamar es: ¿tendré que pagar mucho de abogado, procurador y costas si pierdo?. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, si la demanda prospera y el juez declara nulo el contrato por usura, se condena a la entidad a pagar las costas judiciales. Eso significa que tus gastos de abogado y procurador quedarían cubiertos.
Por otro lado, si perdieras la demanda, sí podrías asumir el pago de costas, salvo excepciones en las que, por ejemplo, el juez dicte no imposición de costas. Para mitigar este riesgo, muchos bufetes especializados en estos temas ofrecen modalidades de cobro basadas en honorarios de éxito o porcentajes sobre lo recuperado, lo cual puede ser una opción si no quieres hacer un gran desembolso inicial.
¿Cómo prevenir situaciones similares en el futuro?
Si has tenido una mala experiencia con una tarjeta revolving y te has planteado demandar, es bastante posible que no quieras volver a caer en la misma trampa. Una forma de prevenir este tipo de situaciones es revisar detenidamente las condiciones de cualquier producto financiero antes de firmar. En concreto, si ves intereses superiores al 15-17% TAE para un crédito al consumo, plantéate comparar ofertas con otros bancos o analizar si realmente necesitas esa financiación.
Además, mantén un control constante de tu deuda. Si notas que los pagos mensuales no reducen el saldo, ponte en guardia y pide explicaciones a la entidad. Muchas veces, las malas experiencias ocurren porque pensamos que lo importante es la cuota baja, sin preguntarnos cuánto se está destinando a amortizar el principal y cuánto a pagar intereses.
Reclamar por una tarjeta revolving con intereses abusivos puede ser la diferencia entre haberte resignado a años de pagos interminables y recuperar una suma importante de dinero. El panorama legal actual favorece al consumidor siempre que se cumplan los requisitos para declarar la nulidad del contrato. Por eso, cuánto te pueden devolver por la tarjeta revolving depende principalmente de lo que hayas pagado de más por encima del capital que te prestaron.
Si has llegado hasta aquí, seguramente tengas un panorama completo de la situación. Has visto qué son las tarjetas revolving, por qué se consideran usurarias en ciertos casos, qué dice la jurisprudencia al respecto y cuáles son los pasos a seguir para reclamar. También has comprendido que no hay una cifra exacta para todos, pero que si llevas años pagando intereses elevadísimos, es bastante probable que puedas recuperar un importe considerable.
No olvides que cada caso es único y que lo ideal es contar con un abogado especializado que analice tu situación particular, revise los contratos y calcule con exactitud el importe que podrías reclamar. El tiempo y el esfuerzo invertido en el proceso pueden verse recompensados con creces si logras la anulación de los intereses y la devolución de lo indebidamente pagado.
En definitiva, reclamar lo que te corresponde no es solo un derecho, sino también una forma de frenar los abusos y las condiciones leoninas que han empañado la imagen de las tarjetas revolving. Si crees que tu tarjeta entra en esa categoría, no dejes pasar más tiempo y busca el asesoramiento que necesites para defender tus intereses y, potencialmente, recuperar una cantidad de dinero que quizás nunca imaginaste que te correspondía.
Preguntas frecuentes
¿Qué te devuelven de las tarjetas revolving?
Cuando se declara la nulidad del contrato por usura, la entidad financiera está obligada a devolverte los intereses y comisiones que hayas pagado por encima del capital que realmente utilizaste. En otras palabras, si ya has abonado más de lo que te prestaron, podrían reembolsarte la diferencia. Por ejemplo, si te concedieron 2.000 euros y has pagado en total 3.000 euros, la entidad debería devolverte esos 1.000 euros de más.
¿Cuánto cuesta reclamar tarjeta revolving?
El coste puede variar según el bufete o el profesional al que acudas. Muchos abogados ofrecen la posibilidad de trabajar a comisión o con honorarios de éxito, de modo que solo cobren una parte del importe recuperado si ganas la reclamación. En caso de acabar en juicio y obtener una sentencia favorable, lo habitual es que el banco o la entidad deba hacerse cargo de las costas judiciales, lo que puede reducir enormemente tu gasto final.
¿Cuándo se considera abusiva una tarjeta revolving?
Se considera que una tarjeta revolving aplica condiciones abusivas cuando el tipo de interés es desproporcionadamente alto en relación con la media del mercado. Además, hay que valorar si la entidad fue transparente en la información del contrato y si el usuario entendió realmente las consecuencias económicas. En la mayoría de los casos, los tribunales califican de abusivas las tarjetas que superan en varios puntos el TAE medio de los créditos al consumo publicado por el Banco de España.
¿Qué TAE se considera usura?
No existe una cifra única, pero la jurisprudencia suele declarar usurarios los tipos de interés que se alejan de forma evidente de la media publicada por el Banco de España. En la práctica, se suelen calificar de usurarios aquellos que se sitúan alrededor o por encima del 20%, 22% o 25% TAE, dependiendo de la época de contratación y del tipo medio aplicable en ese momento. El Tribunal Supremo, por ejemplo, consideró usurario un 26,82% TAE en una de sus sentencias más relevantes.
¿Cuándo caduca la deuda de una tarjeta revolving?
La deuda no “caduca” de manera automática, pero sí está sujeta a los plazos de prescripción que marca la ley. Generalmente, las acciones para reclamar el pago de una deuda prescriben a los cinco años desde el último pago realizado o la última comunicación fehaciente de la entidad exigiéndote el cobro. Sin embargo, estos plazos pueden interrumpirse y reiniciarse si se producen ciertos actos como requerimientos formales de pago, así que conviene verificar cada caso concreto.
¿Cuánto tarda en salir un juicio de tarjeta revolving?
El plazo puede oscilar entre unos meses y más de un año, dependiendo de la carga de trabajo del juzgado que lleve tu caso y de la actitud de la entidad financiera. Si se llega a un acuerdo extrajudicial antes de la vista, el proceso se acorta notablemente. En cambio, si la entidad decide recurrir cada decisión y llevar el procedimiento hasta el final, la duración se puede prolongar. Aun así, la tendencia actual es a tratar estos asuntos con relativa agilidad, dado el volumen de reclamaciones similares.
¿Qué documentación necesitas para iniciar la reclamación?
Necesitarás reunir el contrato de la tarjeta revolving, los extractos bancarios o estados de cuenta que muestren las cuotas, intereses y comisiones abonadas a lo largo del tiempo, y cualquier carta o comunicación que te haya enviado la entidad financiera. Cuanta más información aportes, más sencillo resultará demostrar el pago de intereses excesivos y, en definitiva, asentar una base sólida para la reclamación.
¿Puedo reclamar si ya he cancelado la tarjeta?
Sí. El hecho de haber cancelado la tarjeta no impide que puedas reclamar los importes pagados en exceso, siempre que no haya transcurrido el plazo de prescripción de tu acción. Aun cuando hayas saldado la deuda o rescindido el contrato, si consideras que se te han aplicado intereses usurarios, puedes iniciar el proceso para solicitar la devolución de los pagos indebidos.
¿Puedo reclamar sin un abogado?
Aunque no existe una prohibición de reclamar por tu cuenta, es muy recomendable contar con asesoramiento especializado. Un abogado con experiencia en tarjetas revolving te ayudará a calcular de manera exacta cuánto has pagado de más y a fundamentar la reclamación en base a la jurisprudencia y la normativa aplicable. Esto aumenta significativamente las probabilidades de obtener un resultado positivo.
¿Cómo se determina el importe que me tienen que devolver?
Para calcular lo que te correspondería, se compara el total que la entidad te prestó con la suma de todos los abonos que efectuaste (incluyendo intereses, comisiones y otros gastos). Si lo que has pagado supera la cantidad principal que recibiste, esa diferencia es la que tendrían que devolverte. Con un buen estudio pericial o con los cálculos de un profesional se obtiene la cifra exacta de manera clara y verificable.
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