¿Se puede hacer un convenio regulador sin abogado?
Definición del convenio regulador
El convenio regulador es un acuerdo legal que establecen las partes involucradas en una separación o divorcio para regular aspectos fundamentales de su relación post-divorcio. Este documento aborda cuestiones como la guarda y custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia, la división de bienes, entre otros aspectos relevantes. Su principal objetivo es establecer de manera clara y consensuada las responsabilidades y derechos de cada parte, evitando así futuros conflictos legales.
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El convenio regulador no solo facilita el proceso de separación al establecer de antemano las condiciones acordadas, sino que también proporciona un marco legal que garantiza el cumplimiento de lo pactado. Al formalizar este acuerdo ante un juzgado, se le otorga fuerza vinculante, lo que significa que ambas partes están obligadas a respetar lo estipulado en el convenio.
Contenido obligatorio del convenio regulador
Para que un convenio regulador sea válido y efectivo, debe contener ciertos elementos esenciales que garanticen su integridad y cumplimiento. A continuación, se detallan los componentes obligatorios que debe incluir:
- Datos personales de las partes: Nombres completos, DNI, domicilio y cualquier otra información relevante de ambos cónyuges o exparejas.
- Descripción de la situación familiar: Número de hijos, edades, condiciones especiales, si las hubiere, y cualquier otra circunstancia que pueda afectar la elaboración del convenio.
- Guarda y custodia de los hijos: Detalles sobre quién tendrá la custodia principal, cómo se distribuirán las visitas y cómo se tomarán las decisiones importantes relacionadas con los hijos.
- Régimen de visitas: Horarios específicos para las visitas, periodos de vacaciones, días festivos y cualquier otro tiempo que uno de los progenitores pueda pasar con los hijos.
- Pensión alimenticia: Monto acordado para la manutención de los hijos y, en su caso, del cónyuge. Se deben especificar las condiciones de pago y los plazos establecidos.
- División de bienes: Detalle de cómo se repartirán los bienes comunes, propiedades, vehículos, cuentas bancarias y cualquier otro activo adquirido durante el matrimonio.
- Uso de la vivienda familiar: Decisión sobre quién permanecerá en la vivienda habitual y cómo se manejará la propiedad o el pago de la hipoteca.
- Otros acuerdos: Cualquier otro aspecto que las partes consideren relevante para su situación específica, como el manejo de deudas, seguros, planes educativos, etc.
Es fundamental que cada uno de estos elementos esté claramente definido y acordado por ambas partes para evitar ambigüedades y garantizar la eficacia del convenio.
Tipos de convenio regulador
Existen diferentes tipos de convenios reguladores que se adaptan a las diversas situaciones familiares y necesidades de las partes involucradas. A continuación, se describen los principales tipos:
Convenio regulador de separación
Este tipo de convenio se utiliza cuando las partes deciden separarse sin necesariamente poner fin al matrimonio. Regula aspectos como la convivencia, el mantenimiento de los hijos y la división de bienes adquiridos durante la convivencia.
Convenio regulador de divorcio
Similar al de separación, pero en este caso, se trata de la disolución definitiva del matrimonio. Además de los aspectos regulados en el convenio de separación, incluye la extinción de la sociedad conyugal y otros detalles relacionados con el fin del matrimonio.
Convenio regulador de filiación
Este convenio se aplica en casos donde es necesario establecer o reconocer la filiación de uno o ambos progenitores respecto a los hijos. Es común en situaciones de reconocimiento de paternidad o maternidad.
Convenio regulador de modificación
Cuando las circunstancias cambian después de la aprobación del convenio inicial, puede ser necesario modificar ciertos aspectos del acuerdo original. Este tipo de convenio permite ajustar los términos previamente acordados para adaptarse a las nuevas realidades.
Convenio regulador de medidas cautelares
En situaciones donde se requiere una regulación temporal mientras se resuelven aspectos definitivos, se puede establecer un convenio regulador de medidas cautelares. Este tipo de convenio aborda aspectos urgentes y provisionales hasta que se firme un convenio definitivo.
Cada tipo de convenio regulador se adapta a las particularidades de cada situación, proporcionando un marco legal que facilita la resolución de conflictos y la convivencia post-acuerdo.
Guía paso a paso para redactar un convenio regulador
Redactar un convenio regulador sin la asistencia de un abogado es posible, pero requiere de atención meticulosa a los detalles y un conocimiento básico de los aspectos legales involucrados. A continuación, se presenta una guía paso a paso para elaborar un convenio regulador de manera autónoma:
Reunir la documentación necesaria
Antes de comenzar, es esencial recopilar toda la documentación relevante, como actas de matrimonio, certificados de nacimiento de los hijos, escrituras de propiedades, contratos de alquiler, estados financieros, entre otros.
Establecer un acuerdo preliminar
Ambas partes deben discutir y llegar a un acuerdo sobre los diferentes aspectos que se incluirán en el convenio. Es recomendable tener una comunicación abierta y sincera para evitar futuros desacuerdos.
Redactar el documento
Utilizando un formato claro y estructurado, se deben incluir todos los elementos obligatorios mencionados anteriormente. Es importante utilizar un lenguaje sencillo y preciso para evitar malentendidos.
Revisar el contenido
Una vez redactado el convenio, ambas partes deben revisarlo detenidamente para asegurarse de que refleja fielmente sus acuerdos y que no contiene errores o ambigüedades.
Firmar el convenio
Después de la revisión, ambas partes deben firmar el documento. Es recomendable que las firmas se realicen en presencia de testigos o, preferiblemente, ante notario para darle mayor validez legal.
Presentar el convenio en el juzgado
El siguiente paso es presentar el convenio regulador ante el juzgado de familia correspondiente. El juez revisará el documento para asegurarse de que cumple con los requisitos legales y que no perjudica a ninguna de las partes, especialmente a los hijos.
Obtener la aprobación judicial
Si el juez considera que el convenio es justo y cumple con las normativas legales, lo aprobará y lo convertirá en una resolución judicial con fuerza vinculante.
Registrar el convenio
Finalmente, es aconsejable registrar el convenio en los registros correspondientes, especialmente si se trata de la división de bienes inmuebles, para garantizar su cumplimiento y evitar futuros conflictos.
Necesidad de asistencia legal en la elaboración del convenio
Aunque es posible redactar un convenio regulador sin la asistencia de un abogado, contar con asesoramiento legal puede ser altamente beneficioso. La asistencia de un profesional del derecho garantiza que el convenio cumpla con todas las normativas legales y que los derechos de ambas partes estén protegidos adecuadamente.
Beneficios de contar con un abogado
- Asesoramiento especializado: Un abogado puede proporcionar orientación experta sobre los derechos y obligaciones de cada parte, asegurando que el convenio sea equitativo y justo.
- Reducción de errores: La experiencia legal minimiza la posibilidad de omitir elementos esenciales o cometer errores que puedan invalidar el convenio.
- Negociación efectiva: Un abogado puede mediar en las negociaciones, facilitando acuerdos en situaciones de conflicto o desacuerdo.
- Protección de derechos: Asegura que los derechos de los hijos y de ambas partes estén protegidos, evitando futuras disputas legales.
- Formalización correcta: Garantiza que el convenio se presente de manera adecuada ante las autoridades competentes, agilizando el proceso de aprobación judicial.
Situaciones donde es imprescindible contar con un abogado
- Conflictos significativos: Cuando existen desacuerdos importantes entre las partes, la intervención de un abogado puede facilitar una resolución.
- Circunstancias complejas: En casos de bienes inmuebles, negocios compartidos, o situaciones de abuso, la asesoría legal es crucial.
- Falta de conocimiento legal: Si las partes no están familiarizadas con los requisitos legales, un abogado puede guiar el proceso de manera efectiva.
En resumen, aunque no es obligatorio contar con un abogado para redactar un convenio regulador, su asistencia puede proporcionar seguridad y eficiencia en el proceso, garantizando que el acuerdo final sea sólido y legalmente vinculante.
Validez y ratificación del convenio regulador
Para que un convenio regulador tenga validez legal, debe cumplir con ciertos requisitos y pasar por un proceso de ratificación ante las autoridades competentes. A continuación, se detallan los aspectos clave relacionados con su validez y ratificación:
Requisitos de validez
- Consentimiento mutuo: Ambas partes deben estar de acuerdo con los términos del convenio, sin presiones ni coacciones.
- Capacidad legal: Los firmantes deben tener la capacidad legal para celebrar el acuerdo, es decir, ser mayores de edad y no estar incapacitados legalmente.
- Objeto lícito: El contenido del convenio debe estar dentro de lo permitido por la ley, sin incluir cláusulas contrarias a la normativa vigente.
- Forma escrita: El convenio debe estar por escrito, detallando claramente los acuerdos alcanzados.
Proceso de ratificación
- Presentación ante el juzgado: Una vez redactado y firmado, el convenio debe presentarse ante el juzgado de familia correspondiente para su revisión.
- Revisión judicial: El juez evaluará que el convenio cumpla con los requisitos legales y que no perjudique a ninguna de las partes, especialmente a los hijos.
- Audiencia: En algunos casos, se puede convocar una audiencia para escuchar a ambas partes y verificar la voluntariedad del acuerdo.
- Resolución judicial: Si el juez considera que el convenio es válido y equitativo, lo aprobará y lo convertirá en una resolución judicial con fuerza vinculante.
- Notificación: Ambas partes recibirán una copia de la resolución judicial que ratifica el convenio regulador.
Efectos de la ratificación
Una vez ratificado, el convenio regulador adquiere carácter legal y obligatorio. Cualquier incumplimiento de sus términos puede ser sancionado judicialmente, garantizando así el respeto y la ejecución de lo acordado.
Es importante destacar que, para mantener la validez del convenio, cualquier modificación futura también debe seguir un proceso similar de ratificación ante el juzgado correspondiente.
Ventajas y desventajas de hacer el convenio sin abogado
Elaborar un convenio regulador sin la asistencia de un abogado presenta una serie de ventajas y desventajas que es importante considerar antes de decidir seguir este camino.
Ventajas
- Ahorro económico: Evitar los honorarios de un abogado puede representar un ahorro significativo, especialmente en situaciones donde los recursos son limitados.
- Control total del proceso: Las partes tienen un control directo sobre la redacción y los términos del convenio, lo que puede facilitar una mayor personalización del acuerdo.
- Rapidez en el proceso: Sin la intermediación de un profesional, el proceso de redacción y presentación puede ser más rápido.
- Flexibilidad: Las partes pueden ajustar y modificar el convenio según sus necesidades sin depender de los horarios o la disponibilidad de un abogado.
Desventajas
- Riesgo de errores: La falta de conocimientos legales puede llevar a omisiones o errores que invaliden el convenio o generen conflictos futuros.
- Desbalance en los acuerdos: Sin asesoramiento profesional, es posible que una de las partes no obtenga un trato equitativo, lo que puede causar resentimientos y disputas posteriores.
- Falta de protección legal: Un convenio mal redactado puede no proteger adecuadamente los derechos de ambas partes, especialmente en lo relacionado con la custodia de los hijos o la división de bienes.
- Complejidad del proceso legal: Navegar por los requisitos legales sin ayuda puede resultar complicado y estresante, aumentando las posibilidades de retrasos o rechazos judiciales.
- Dificultad en la ratificación: Un convenio sin la debida formalización y cumplimiento de los requisitos legales puede enfrentar obstáculos en su ratificación por parte del juzgado.
Consideraciones finales
Si bien es posible redactar un convenio regulador sin abogado, es esencial sopesar las ventajas y desventajas. Para acuerdos sencillos y cuando ambas partes están de acuerdo en todos los términos, puede ser una opción viable. Sin embargo, en situaciones más complejas o conflictivas, la asistencia legal se convierte en una herramienta invaluable para garantizar un acuerdo justo y legalmente sólido.
Errores comunes al redactar un convenio regulador sin abogado
Redactar un convenio regulador sin la guía de un profesional puede conllevar una serie de errores que comprometen la validez y efectividad del acuerdo. A continuación, se enumeran los errores más frecuentes que se deben evitar:
Omisión de datos esenciales
Uno de los errores más comunes es no incluir toda la información requerida por la ley. La falta de datos personales completos, detalles sobre la custodia de los hijos, o la división de bienes puede hacer que el convenio sea impugnable o ineficaz.
Lenguaje ambiguo
Utilizar un lenguaje poco claro o ambiguo puede generar interpretaciones diversas, lo que facilita la aparición de conflictos futuros. Es crucial que cada cláusula sea precisa y específica para evitar malentendidos.
No considerar el interés superior de los hijos
El bienestar de los hijos debe ser una prioridad en cualquier convenio regulador. Ignorar este aspecto o no detallar adecuadamente las disposiciones relacionadas con su cuidado y manutención puede resultar en decisiones judiciales desfavorables.
Desbalance en las obligaciones
Establecer obligaciones desproporcionadas para una de las partes puede llevar a que el convenio sea considerado injusto y, por ende, no sea ratificado por el juez. Es esencial que las responsabilidades y derechos estén equilibrados.
Ignorar aspectos fiscales y legales
No tener en cuenta las implicaciones fiscales de la división de bienes o las obligaciones legales relacionadas con la pensión alimenticia puede generar problemas a largo plazo, tanto legales como económicos.
No prever futuras modificaciones
Las circunstancias personales pueden cambiar con el tiempo. No incluir mecanismos para modificar el convenio en caso de cambios en la situación económica, laboral o familiar puede hacer que el acuerdo quede obsoleto o inadecuado.
Falta de formalización adecuada
No seguir el procedimiento legal correcto para la presentación y ratificación del convenio puede invalidar el acuerdo, obligando a las partes a reiniciar el proceso desde cero.
No consultar a todas las partes involucradas
En ocasiones, se olvida incluir a todos los beneficiarios o partes afectadas por el convenio, como abuelos u otros familiares que tengan un rol importante en la vida de los hijos, lo que puede generar conflictos posteriores.
Subestimar la complejidad del proceso
Pensar que redactar un convenio regulador es un proceso sencillo puede llevar a subestimar la importancia de cada detalle, resultando en un acuerdo incompleto o defectuoso.
No revisar el convenio con detenimiento
La falta de una revisión exhaustiva puede pasar por alto errores gramaticales, de cálculo o de contenido que comprometan la claridad y validez del convenio.
Evitar estos errores es fundamental para garantizar que el convenio regulador cumpla su función de establecer acuerdos claros y justos, protegiendo los derechos de todas las partes involucradas y asegurando el bienestar de los hijos.
Consecuencias de no contar con un convenio regulador ratificado
No contar con un convenio regulador debidamente ratificado puede acarrear una serie de consecuencias legales y personales que pueden complicar aún más el proceso de separación o divorcio. A continuación, se detallan las principales implicaciones:
Inseguridad jurídica
Sin un convenio regulador ratificado, no existe un acuerdo legalmente vinculante que establezca las condiciones de la separación. Esto genera incertidumbre sobre las responsabilidades y derechos de cada parte, aumentando la posibilidad de disputas legales.
Mayor tiempo y costos legales
La ausencia de un convenio puede prolongar el proceso de separación o divorcio, ya que el juez tendrá que intervenir para determinar los términos de la división de bienes, la custodia de los hijos y otros aspectos. Esto se traduce en un aumento de los costos legales y en un proceso más largo y complejo.
Conflictos recurrentes
Sin un acuerdo claro, es más probable que surjan conflictos entre las partes en relación con la custodia, visitas, pensión alimenticia o división de bienes. Estos conflictos pueden deteriorar aún más la relación entre las partes y afectar negativamente a los hijos.
Falta de protección para los hijos
Un convenio regulador ratificado asegura que se respeten los derechos y el bienestar de los hijos. Sin él, no hay garantías legales sobre aspectos como la guarda y custodia, lo que puede generar inestabilidad emocional y conflictos entre los progenitores.
Dificultad para la modificación de acuerdos
Sin un convenio formal, cualquier modificación en los acuerdos relacionados con la separación o divorcio requiere de nuevos procedimientos legales, lo que puede complicar y retrasar la adaptación a nuevas circunstancias.
Riesgo de decisiones unilaterales
En ausencia de un convenio ratificado, una de las partes podría tomar decisiones unilaterales sobre aspectos clave como la mudanza, cambios en la rutina de los hijos o la disposición de bienes, lo que puede generar disputas legales y resentimientos.
Impacto negativo en la salud mental y emocional
La falta de claridad y la presencia de conflictos constantes pueden afectar la salud mental y emocional de ambas partes, así como de los hijos, generando estrés, ansiedad y otros problemas psicológicos.
Complicaciones en la división de bienes
Sin un convenio regulador, la división de bienes puede convertirse en un proceso litigioso, donde cada parte busca maximizar sus intereses, lo que puede resultar en divisiones injustas o desproporcionadas.
Incumplimiento de obligaciones alimenticias
Sin un acuerdo claro y ratificado, garantizar el cumplimiento de las obligaciones alimenticias puede ser más complicado, lo que puede dejar a uno de los progenitores en una situación económica vulnerable.
Intervención judicial constante
La ausencia de un convenio obliga a recurrir constantemente a la intervención judicial para resolver disputas, lo que no solo consume tiempo y recursos, sino que también puede desgastar emocionalmente a las partes involucradas.
En resumen, no contar con un convenio regulador ratificado puede generar una serie de problemas legales y personales que complican el proceso de separación o divorcio. Es fundamental establecer un acuerdo claro y legalmente válido para asegurar una transición más armoniosa y protegida para todas las partes involucradas, especialmente para los hijos.
Procedimiento para la modificación del convenio regulador
La vida es dinámica y las circunstancias de las personas pueden cambiar con el tiempo. Cuando surgen nuevas situaciones que afectan los términos de un convenio regulador previamente establecido, es posible realizar modificaciones para adaptarlo a las nuevas realidades. A continuación, se detalla el procedimiento para modificar un convenio regulador:
1. Identificación de la necesidad de modificación
El primer paso es identificar y documentar las razones que justifican la modificación del convenio regulador. Estas razones pueden incluir cambios en la situación económica, laboral, en la custodia de los hijos, entre otros aspectos relevantes.
2. Acuerdo entre las partes
Ambas partes deben ponerse de acuerdo sobre las modificaciones que desean realizar. Es esencial mantener una comunicación abierta y respetuosa para alcanzar un consenso que beneficie a todos, especialmente a los hijos, si los hay.
3. Redacción de la modificación
Una vez acordados los cambios, se debe redactar un documento que especifique las modificaciones al convenio regulador original. Este documento debe ser claro y detallado, indicando qué aspectos se modifican y cómo se ajustan los términos existentes.
4. Revisión legal
Aunque no es obligatorio, es recomendable que un abogado revise las modificaciones para asegurarse de que cumplen con las normativas legales y que los derechos de ambas partes están protegidos.
5. Presentación ante el juzgado
El documento de modificación debe presentarse ante el mismo juzgado que aprobó el convenio regulador original. Es necesario adjuntar toda la documentación relevante que respalde la necesidad de la modificación.
6. Evaluación judicial
El juez revisará las modificaciones propuestas para asegurarse de que son equitativas y que no perjudican a ninguna de las partes, especialmente a los hijos. En algunos casos, se puede convocar a una audiencia para discutir las modificaciones.
7. Resolución judicial
Si el juez considera que las modificaciones son válidas y están justificadas, aprobará el nuevo convenio regulador modificado. Esta aprobación otorga al convenio actualizado la misma fuerza vinculante que el original.
8. Notificación a las partes
Ambas partes recibirán una copia de la resolución judicial que aprueba las modificaciones, asegurando que están legalmente obligadas a cumplir con los nuevos términos establecidos.
9. Registro del convenio modificado
Es aconsejable registrar el convenio regulador modificado en los registros correspondientes, especialmente si se trata de la división de bienes inmuebles, para garantizar su cumplimiento y evitar futuros conflictos.
Consideraciones adicionales
- Mutuo acuerdo: Para facilitar el proceso de modificación, es fundamental que ambas partes estén de acuerdo con los cambios propuestos.
- Tiempo: El proceso de modificación puede llevar tiempo, dependiendo de la complejidad de las modificaciones y de la carga de trabajo del juzgado.
- Asesoramiento legal: Contar con la asistencia de un abogado puede agilizar el proceso y asegurar que las modificaciones cumplen con todos los requisitos legales.
Modificar un convenio regulador es una herramienta valiosa para adaptar los acuerdos legales a las nuevas circunstancias de la vida. Realizar este procedimiento de manera correcta y legal garantiza que el convenio siga siendo efectivo y beneficioso para todas las partes involucradas.
Casos reales o ejemplos prácticos
A continuación, se presentan algunos casos reales que ilustran diferentes situaciones en las que se ha redactado un convenio regulador sin la asistencia directa de un abogado, destacando tanto los desafíos enfrentados como las soluciones implementadas:
Caso 1: Divorcio amistoso con división de bienes sencilla
Situación: Marta y Juan decidieron divorciarse de manera amistosa después de 10 años de matrimonio. Tenían dos hijos menores y una propiedad adquirida durante el matrimonio.
Proceso:
- Comunicación abierta: Ambas partes discutieron y acordaron los términos del convenio regulador, estableciendo la custodia compartida de los hijos y la división equitativa de la propiedad.
- Redacción conjunta: Utilizaron plantillas disponibles en línea para redactar el convenio, asegurándose de incluir todos los aspectos obligatorios.
- Firma y presentación: Firmaron el documento en presencia de testigos y lo presentaron ante el juzgado de familia.
Resultado: El juzgado aprobó el convenio sin objeciones, validando el acuerdo amistoso y evitando largos procesos legales. La familia pudo finalizar el divorcio de manera rápida y sin costos adicionales de asesoría legal.
Caso 2: Separación con desacuerdos sobre la custodia
Situación: Laura y Carlos se separaron después de 8 años de convivencia. Tuvieron un hijo en común, y surgieron desacuerdos sobre la custodia y el régimen de visitas.
Proceso:
- Intento de negociación: Inicialmente, intentaron llegar a un acuerdo por su cuenta, pero las diferencias eran significativas.
- Mediación: Decidieron acudir a un mediador para facilitar las conversaciones y buscar un acuerdo equitativo.
- Redacción del convenio: Con la ayuda del mediador, redactaron un convenio que establecía la custodia compartida y un régimen de visitas flexible.
- Ratificación judicial: Presentaron el convenio ante el juzgado, que lo revisó y lo aprobó.
Resultado: Aunque al principio hubo desacuerdos, la mediación permitió encontrar un punto medio. El convenio regulador fue ratificado, proporcionando claridad y estabilidad para la crianza del hijo.
Caso 3: Divorcio con bienes complejos y sin acuerdo inicial
Situación: Ana y Pedro decidieron divorciarse después de 15 años de matrimonio. Durante su convivencia, adquirieron múltiples propiedades, inversiones y deudas, lo que complicó la división de bienes.
Proceso:
- Falta de acuerdo: Las partes no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo dividir los bienes y las deudas.
- Asesoría mínima: Aunque intentaron redactar el convenio por su cuenta, rápidamente se dieron cuenta de que era necesario contar con asesoría legal.
- Contratación de abogados: Finalmente, contrataron abogados para mediar y garantizar una división justa de los bienes y deudas.
- Redacción profesional: Los abogados elaboraron un convenio regulador detallado que consideraba todas las propiedades, inversiones y deudas, estableciendo un reparto equitativo.
- Ratificación judicial: El convenio fue presentado y aprobado por el juzgado, asegurando su validez legal.
Resultado: A pesar de intentar inicialmente sin abogado, la complejidad de los bienes hizo indispensable la asistencia legal. El proceso, aunque más costoso, culminó en un acuerdo justo y legalmente sólido.
Caso 4: Modificación del convenio regulador por cambio de circunstancias
Situación: Después de 5 años de un convenio regulador, Laura obtuvo un nuevo empleo en otra ciudad, lo que afectó el régimen de visitas establecido previamente.
Proceso:
- Identificación de la necesidad: Laura y Carlos reconocieron que el convenio original ya no era viable debido al cambio de residencia.
- Negociación: Se reunieron para discutir una modificación que permitiera ajustar el régimen de visitas a la nueva situación.
- Redacción del convenio modificado: Elaboraron un documento que establecía nuevas fechas y formas de visitas, adaptadas a la distancia geográfica.
- Presentación y aprobación: Presentaron el convenio modificado ante el juzgado, que lo revisó y lo aprobó.
Resultado: El convenio regulador fue actualizado exitosamente, permitiendo una mejor adaptación a las nuevas circunstancias y manteniendo la estabilidad para el hijo en común.
Caso 5: Convenio regulador sin hijos y división equitativa de bienes
Situación: Carla y Luis decidieron separarse después de 12 años de matrimonio sin tener hijos. Poseían varias cuentas bancarias y una propiedad en común.
Proceso:
- Acuerdo mutuo: Decidieron dividir los bienes de manera equitativa, estableciendo que cada uno se quedaría con la mitad de las cuentas y la propiedad.
- Redacción autónoma: Utilizaron una plantilla de convenio regulador disponible en línea, adaptándola a su situación específica.
- Firma y notariado: Firmaron el convenio ante un notario para darle mayor validez.
- Presentación judicial: Presentaron el documento ante el juzgado de familia, que lo aprobó sin mayores complicaciones.
Resultado: El proceso fue rápido y sencillo, gracias a la ausencia de hijos y a la claridad en la división de bienes. El convenio regulador proporcionó una solución eficiente y sin conflictos mayores.
Estos casos prácticos demuestran la diversidad de situaciones que pueden surgir al redactar un convenio regulador sin abogado. Aunque en algunos casos es posible lograr acuerdos exitosos de manera autónoma, en situaciones más complejas o conflictivas, la asistencia legal se vuelve fundamental para garantizar un resultado justo y legalmente sólido.
Cinco datos relevantes relacionados con los convenios reguladores
- Porcentaje de matrimonios que terminan en divorcio: En España, el porcentaje de matrimonios que finalizan en divorcio ha superado el 60% en 13 de los últimos 18 años, alcanzando un máximo del 88,6% en 2020 debido a la disminución de bodas durante la pandemia de COVID-19.
- Duración media de los matrimonios antes del divorcio: La duración media de los matrimonios que terminaron en divorcio en 2023 fue de 16,4 años, lo que indica que, aunque los matrimonios suelen durar varios años, una parte significativa se disuelve después de este período.
- Custodia compartida en casos de divorcio: En 2023, la custodia compartida fue otorgada en el 48,4% de los casos de divorcio de parejas con hijos, reflejando un aumento de 2,9 puntos porcentuales respecto al año anterior y una tendencia hacia la corresponsabilidad parental.
- Disoluciones matrimoniales en España: En 2023, se registraron 80.065 disoluciones matrimoniales (divorcios, separaciones y nulidades) en España, lo que representa una tasa de 1,7 por cada 1.000 habitantes y un descenso del 5,3% respecto al año anterior.
- Porcentaje de divorcios de mutuo acuerdo: La mayoría de los procedimientos de divorcio en España se resuelven de mutuo acuerdo, representando el 78,8% del total, lo que destaca la preferencia por soluciones consensuadas en los procesos de separación.
Preguntas frecuentes sobre el convenio regulador
¿Cómo hacer un convenio regulador sin abogado?
Para hacer un convenio regulador sin abogado, puedes redactarlo personalmente siguiendo los requisitos establecidos por la ley, asegurándote de incluir todos los aspectos necesarios, como custodia, pensiones y división de bienes. Sin embargo, es recomendable que un profesional revise el documento para garantizar su validez legal.
¿Cuánto cuesta un convenio regulador?
El coste de un convenio regulador varía dependiendo de si se realiza con o sin abogado. Si optas por la asistencia de un abogado, los honorarios pueden oscilar entre 300 y 1.500 euros, dependiendo de la complejidad del caso y la región. Si es de mutuo acuerdo y sin juicio, los costes son generalmente más bajos.
¿Quién me puede hacer un convenio regulador?
Un abogado especializado en derecho de familia es el profesional ideal para redactar un convenio regulador. También puede hacerlo un notario si el divorcio o separación es de mutuo acuerdo, aunque es imprescindible que el convenio cumpla los requisitos legales.
¿Cómo solicitar un convenio regulador?
Debes acudir a un abogado o notario, dependiendo de tu situación. Si el convenio requiere ratificación judicial, se presenta junto con la demanda de divorcio en el juzgado correspondiente. Si es ante notario, se redacta y firma en su oficina.
¿Cuánto tarda en hacerse un convenio regulador?
El tiempo para realizar un convenio regulador depende del caso. Si es de mutuo acuerdo, puede tardar entre 2 y 4 semanas, dependiendo de la disponibilidad de las partes y los profesionales involucrados. Si hay litigios, el proceso puede extenderse varios meses.
¿Qué poner en un convenio regulador con hijos?
En un convenio regulador con hijos, es fundamental incluir:
Custodia y patria potestad.
Régimen de visitas y comunicaciones.
Pensión alimenticia.
Gastos extraordinarios.
Uso de la vivienda familiar.
Todos estos puntos deben estar redactados con claridad y de manera detallada.
¿Es obligatorio que el convenio regulador pase por un juez?
Sí, en la mayoría de los casos es obligatorio. La ratificación judicial es necesaria para que el convenio tenga fuerza legal. En casos de divorcios de mutuo acuerdo sin hijos menores, también se puede firmar ante notario.
¿Qué pasa si una de las partes no cumple el convenio regulador?
Si una de las partes incumple el convenio regulador, la otra parte puede acudir al juzgado para solicitar su ejecución. El juez puede imponer medidas para garantizar su cumplimiento, como sanciones económicas o embargos.
¿Se puede modificar un convenio regulador una vez firmado?
Sí, se puede modificar si hay cambios sustanciales en las circunstancias de las partes o de los hijos. La modificación debe solicitarse en el juzgado y justificarse adecuadamente.
¿Un convenio regulador sin ratificación judicial es válido?
Un convenio regulador no tiene plena validez legal si no está ratificado por un juez o notario. Sin esta ratificación, no puede ser ejecutado ni tiene carácter vinculante frente a terceros.
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