Contrato civil: todo lo que necesitas saber antes de firmar uno

Cuando escuchas el término contrato civil, es fácil pensar que se trata de un concepto reservado para abogados o para quienes están constantemente lidiando con papeleo legal. Sin embargo, lo cierto es que los contratos civiles están mucho más presentes en tu día a día de lo que imaginas. Desde alquilar un piso hasta comprar un coche de segunda mano, pasar dinero en calidad de préstamo a un amigo o incluso acordar los servicios de un fotógrafo para una boda: todo eso puede estar regulado por un contrato civil. Pero, ¿qué es exactamente?, ¿cuáles son sus elementos? ¿Qué debes tener en cuenta antes de firmar uno?

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En este artículo, voy a explicarte con detalle todo lo que necesitas saber sobre el contrato civil. Y no desde un punto de vista puramente teórico, sino desde mi experiencia como abogado con más de 20 años de ejercicio, ayudando a personas como tú a entender y proteger sus derechos en este tipo de acuerdos. Vamos paso a paso.

¿Qué es un contrato civil?

El contrato civil es un acuerdo de voluntades entre dos o más partes, cuyo objetivo es crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter patrimonial o personal. Dicho de forma más sencilla: es un compromiso entre personas, donde ambas partes aceptan unas condiciones y se obligan a cumplirlas, ya sea a cambio de dinero, de un servicio, de una obligación o incluso de una renuncia.

La clave de los contratos civiles es que están regulados por el Código Civil y se aplican en el ámbito del derecho privado, es decir, entre particulares. No interviene ninguna administración pública en la relación ni existe un carácter empresarial o mercantil en la mayoría de los casos. Esto lo diferencia, por ejemplo, de los contratos mercantiles, que se dan en el contexto de actividades empresariales o comerciales.

Características esenciales de un contrato civil

Para que un contrato civil sea válido, deben concurrir varios elementos. Es fundamental entenderlos para que no haya sorpresas más adelante.

Consentimiento

Ambas partes deben estar plenamente de acuerdo con las condiciones del contrato y haberlas aceptado libremente. Si alguna de las partes actúa bajo coacción, engaño o error, el contrato podría ser nulo o anulable. Además, el consentimiento debe ser informado: no basta con firmar, hay que entender qué se firma.

Objeto

Todo contrato debe tener un objeto claro, posible y lícito. Es decir, debe referirse a una obligación concreta (por ejemplo, entregar un coche, pagar una cantidad de dinero o realizar un trabajo) que pueda cumplirse y que no vaya en contra de la ley o del orden público.

Causa

La causa es el motivo que lleva a cada parte a firmar el contrato. En los contratos onerosos (los más comunes), suele ser la contraprestación: tú das algo a cambio de recibir algo. En otros casos, como en una donación, la causa puede ser la mera voluntad de beneficiar al otro.

Capacidad de las partes

Las personas que firman deben tener la capacidad legal para contratar. Por norma general, los mayores de edad tienen esta capacidad, salvo que estén incapacitados judicialmente. Los menores, en cambio, necesitan autorización de sus representantes legales.

Tipos de contratos civiles más comunes

A lo largo de los años, he visto cómo muchas personas confundían los distintos tipos de contratos civiles o creían que solo existía el de compraventa. Pero lo cierto es que existen múltiples categorías, cada una con sus propias particularidades.

Contrato de compraventa

Es, probablemente, el más frecuente. En él, una parte se obliga a entregar una cosa (por ejemplo, una casa o un vehículo), y la otra a pagar un precio por ella. Aunque muchas veces se hace de forma verbal o informal, lo recomendable es que quede por escrito para evitar futuros conflictos.

Contrato de arrendamiento

Aquí nos referimos a los contratos de alquiler de bienes o servicios. El arrendamiento de vivienda es el más conocido, pero también existen los de locales, vehículos o incluso de servicios profesionales. En este tipo de contratos, una parte cede el uso de algo a cambio de una renta.

Contrato de préstamo

Este contrato se da cuando una persona entrega dinero u otra cosa fungible a otra, con la obligación de devolverlo en un plazo determinado. Puede ser con o sin intereses, aunque si no se especifica nada, se presume que es sin intereses.

Contrato de donación

Se trata de un acto voluntario mediante el cual una persona transfiere gratuitamente un bien a otra. Aunque pueda parecer sencillo, tiene implicaciones fiscales y legales que conviene valorar antes de realizarlo.

Contrato de sociedad

Dos o más personas se comprometen a poner en común bienes, dinero o trabajo para lograr un fin común, generalmente económico. A menudo se confunde con sociedades mercantiles, pero también puede haber sociedades civiles, sobre todo en el ámbito profesional.

¿Es obligatorio firmar un contrato por escrito?

Esta es una de las preguntas que más me hacen. Y la respuesta es: depende. En derecho civil, muchos contratos pueden hacerse verbalmente y seguir siendo válidos. Es decir, si tú y otra persona acordáis de palabra alquilar un trastero por 100 euros al mes, ese contrato existe y es vinculante.

Ahora bien, la gran diferencia es probar su existencia y contenido. Si mañana hay un conflicto y no hay nada por escrito, tendrás que demostrar lo que se pactó con testigos, mensajes de texto, correos o cualquier otra prueba.

Por eso, como abogado, siempre recomiendo que todo acuerdo quede reflejado por escrito, aunque sea en un documento sencillo. No hace falta complicarse con palabras rebuscadas o cláusulas interminables. Lo importante es que se entiendan bien las condiciones.

¿Qué sucede si una de las partes incumple el contrato?

Aquí entramos en uno de los terrenos más delicados. Cuando una parte no cumple lo pactado —por ejemplo, no paga en plazo, no entrega lo prometido o incumple una cláusula— estamos ante un incumplimiento contractual. Y esto tiene consecuencias.

La parte afectada puede:

  • Exigir el cumplimiento forzoso del contrato (es decir, que se cumpla tal como se acordó).

  • Solicitar la resolución del contrato, quedando sin efecto.

  • Reclamar una indemnización por daños y perjuicios, si ha sufrido un perjuicio económico por el incumplimiento.

Eso sí, para poder reclamar, será necesario acreditar el incumplimiento y sus consecuencias, por lo que de nuevo se vuelve vital tener todo bien documentado.

¿Qué diferencia hay entre contrato civil y contrato mercantil?

Aunque a veces comparten estructura o apariencia, la diferencia está en el contexto y las partes implicadas.

  • Un contrato civil es entre particulares, sin ánimo empresarial.

  • Un contrato mercantil suele tener al menos una parte que actúa como empresa o profesional, y se rige por el Código de Comercio.

Por ejemplo, si tú compras un coche a un particular a través de una web de segunda mano, es un contrato civil. Si lo compras a un concesionario, es mercantil.

Esta diferencia es clave porque cambia el régimen jurídico aplicable, los plazos de prescripción, la carga de la prueba e incluso el tipo de tribunal competente en caso de conflicto.

¿Qué debe incluir un buen contrato civil?

Si estás pensando en firmar uno, o incluso redactarlo tú mismo, asegúrate de que incluya al menos estos elementos:

  • Identificación clara de las partes (nombre, DNI, dirección…).

  • Objeto del contrato, es decir, qué se está acordando.

  • Obligaciones concretas de cada parte.

  • Plazos y condiciones de cumplimiento.

  • Forma y fecha de pago, si la hay.

  • Causas de resolución del contrato.

  • Firma de las partes, con fecha y lugar.

Si el contrato implica cantidades importantes o condiciones complejas, no dudes en consultar a un profesional. Te puede ahorrar muchos problemas.

¿Cuánto dura un contrato civil?

Los contratos pueden ser de duración determinada o indefinida, según lo que se pacte. Si no se especifica una duración, se entenderá que el contrato rige mientras se mantengan vigentes las obligaciones de las partes.

Además, existen plazos de prescripción para reclamar en caso de incumplimiento. En la mayoría de los casos civiles, este plazo es de cinco años, aunque puede variar según el tipo de contrato o la deuda concreta.

¿Puedo anular un contrato civil una vez firmado?

Sí, en determinadas circunstancias. Un contrato puede anularse o considerarse nulo cuando:

  • Falta alguno de los elementos esenciales (consentimiento, objeto, causa).

  • Hay vicios del consentimiento (engaño, violencia, error esencial).

  • El objeto del contrato es ilícito.

  • Se ha firmado con una persona sin capacidad legal.

También puede resolverse por mutuo acuerdo entre las partes o por el incumplimiento de una de ellas.

Como ves, el contrato civil no es algo reservado a juristas o empresas: forma parte de tu vida cotidiana y puede tener consecuencias importantes si no se entiende bien o no se maneja con precaución. Por eso, antes de firmar cualquier documento —ya sea por una compra, un alquiler, un préstamo o un acuerdo informal— tómate tu tiempo para leer, entender y, si hace falta, consultar con un profesional.

Firmar un contrato no debería ser un salto al vacío. Más bien, debe ser una forma clara, segura y justa de que tú y la otra parte sepáis a qué os comprometéis. Y si hay algo que no comprendes o que te genera dudas, lo más sensato siempre será pedir ayuda antes que lamentarlo después.

Datos interesantes sobre los contratos civiles que quizá no conocías

Aquí tienes cinco datos y estadísticas que pueden ayudarte a entender mejor la importancia y presencia de los contratos civiles en la vida cotidiana. Puedes incluirlos en tu artículo para aportar un valor adicional al lector:

  • Más del 60 % de los contratos entre particulares en España se hacen de forma verbal, según el Consejo General del Notariado, lo que genera un gran número de conflictos legales por falta de pruebas documentales.

  • El contrato de compraventa entre particulares es el más común en el ámbito civil, representando aproximadamente un 45 % de las consultas jurídicas privadas relacionadas con contratos, según datos de diversas plataformas legales online.

  • Un 35 % de los arrendamientos de vivienda en España presentan algún tipo de incumplimiento contractual, siendo los más frecuentes la falta de pago o el deterioro del inmueble, según el Observatorio de Vivienda y Suelo.

  • El 80 % de las personas que firman un contrato sin asesoramiento legal no comprenden del todo las cláusulas que están aceptando, según una encuesta realizada por una asociación de consumidores en 2022.

  • Los tribunales civiles en España resolvieron más de 600.000 casos en 2023, y una parte significativa de ellos estaba relacionada con contratos civiles, lo que pone de manifiesto la importancia de redactar bien estos acuerdos y documentarlos correctamente.

Preguntas frecuentes sobre el contrato civil

¿Cuándo un contrato es civil o mercantil?

La diferencia entre un contrato civil y uno mercantil radica principalmente en el contexto y las partes involucradas. Un contrato es civil cuando se celebra entre particulares que no actúan como empresarios o profesionales. En cambio, es mercantil cuando al menos una de las partes actúa en el ejercicio de su actividad empresarial o comercial, y el objeto del contrato está relacionado con esa actividad.

¿Cuándo hay un contrato civil?

Existe un contrato civil cuando dos o más personas acuerdan obligarse mutuamente respecto a un objeto lícito y posible, regulado por el Código Civil. Es decir, hay un contrato civil cuando tú y otra persona llegáis a un acuerdo voluntario que genera derechos y obligaciones, sin que necesariamente intervenga una empresa o haya ánimo comercial.

¿Qué es un contrato civil por prestación de servicios?

Es un tipo de contrato civil en el que una persona (el prestador) se compromete a realizar un trabajo o prestar un servicio específico a otra persona (el cliente), a cambio de una retribución. A diferencia del contrato laboral, aquí no existe una relación de subordinación ni obligación de cumplir un horario; el prestador conserva su autonomía.

¿Cuál es la diferencia entre contrato civil y laboral?

La principal diferencia es que en el contrato laboral hay una relación de dependencia y subordinación entre el trabajador y el empleador, mientras que en el contrato civil no. En el civil, ambas partes están en igualdad de condiciones y no existe una estructura jerárquica ni un vínculo de trabajo continuado. Además, los contratos laborales están regulados por el Estatuto de los Trabajadores, no por el Código Civil.

¿Qué es el contrato civil?

El contrato civil es un acuerdo legal entre dos o más personas físicas o jurídicas que genera obligaciones recíprocas, reguladas por el Código Civil. Su finalidad puede ser muy variada: vender, alquilar, prestar, donar, asociarse, etc. Se basa en la voluntad libre de las partes y debe tener un objeto lícito, causa válida y consentimiento.

¿Cuántos contratos civiles hay?

No existe un número cerrado, pero el Código Civil contempla una gran variedad de contratos civiles. Entre los más comunes están: compraventa, arrendamiento, préstamo, donación, sociedad, permuta, mandato, depósito, fianza y prestación de servicios. Además, pueden existir contratos atípicos, siempre que cumplan con los requisitos generales de validez.

¿Es obligatorio firmar un contrato civil por escrito?

No, en muchos casos el contrato civil puede ser verbal y seguir siendo válido, siempre que cumpla con los requisitos legales. No obstante, firmarlo por escrito es altamente recomendable, ya que facilita la prueba de lo pactado en caso de conflicto. Algunos contratos, como los de compraventa de inmuebles, sí requieren forma escrita obligatoria.

¿Puede modificarse un contrato civil una vez firmado?

Sí, un contrato civil puede modificarse si ambas partes están de acuerdo. Esta modificación debe hacerse por escrito, indicando claramente qué cláusulas se cambian y desde cuándo se aplican. Es importante que cualquier cambio quede reflejado para evitar confusiones o futuras disputas.

¿Qué pasa si una de las partes incumple el contrato civil?

El incumplimiento de un contrato civil puede dar lugar a reclamaciones judiciales, como exigir el cumplimiento del acuerdo, su resolución o una indemnización por daños y perjuicios. Para ello, será necesario probar que existía un contrato válido, qué se pactó y cómo se ha incumplido.

¿Puede anularse un contrato civil?

Sí, un contrato civil puede anularse cuando existen vicios en el consentimiento (error, dolo o violencia), falta de capacidad legal de una de las partes, objeto ilícito o inexistencia de causa. También puede resolverse de mutuo acuerdo o por incumplimiento. En todo caso, será un juez quien determine la nulidad si hay desacuerdo entre las partes.

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